Hoy. . . se que puedes sentir como sangran tus heridas como alguna vez lo hicieron las mías y en verdad, deseo tanto que no halles cura a tu dolor, que tu vida se vuelva una constante agonía, que tu único remedio lo encuentres en mi, que trates y trates, mas no puedas desechar tu pasado y esté siempre te persiga, que siempre te asfixie, amor mío.
Quiero que tus viejas canciones te absorban estrofa por estrofa, que la vida consuma tus esperanzas y una a una las lagrimas no puedan parar.
Que vengas hoy aturdido a mis brazos, corriendo y anhelando ser bienvenido.
Y es que hoy, deseo tantas cosas tan lejanas a lo que alguna vez fui.
Hoy. . . tan solo veo tras una espesa niebla de dolor y odio. Y hoy, deseo verte rendido a mis pies, humillado y rogando una oportunidad como una vez yo lo hice.
No comments:
Post a Comment